A pocas semanas de esa fecha, el director llegó a la zona de la tragedia, para descubrir entre otras cosas la precaria vida cotidiana de ese centro educativo, no sólo de los alumnos sobrevivientes, sino de las personas que conviven con ellos diariamente.
“Ayotzinapa es el centro de la implosión, el ojo del huracán. Los jóvenes estudiantes que la habitan ¿quiénes son?, ¿qué hacen?, ¿qué piensan?, ¿qué opinan?, ¿qué sueñan?
Con información de:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario